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EL AIRE PESA 
        
“Esto es lo que hago: algo que se puede tocar ,levantar, algo que pese en la mano , que se pueda mirar de atrás, que desplace aire, y desplace agua y que si uno lo suelta es el pie el que se rompe y no él.” 

William Faulkner, “Palmeras salvajes”

 

 

 

Esta muestra es el inicio de un proyecto que tiene como eje algo que atraviesa mi práctica escultórica y es la reflexión sobre la gravedad y el peso de los materiales. La escultura ha estado asociada desde sus orígenes a lo pesado y a lo inmóvil, es decir a lo monumental. En la actualidad, esto no ha cambiado demasiado: el traslado de una obra escultórica implica generalmente una logística complicada, desde el hecho de que salga por la puerta, hasta el compromiso físico del cuerpo a la hora de moverla. Pareciera como si, a la hora de sacar la obra del taller, algo ancestral vinculado a la esencia de la escultura se hiciera presente, haciendo que esa acción parezca casi antinatural.

Es quizá a partir de esta reflexion y de las charlas con mis amigos grabadores, quienes permanentemente usan el correo para la circulación de obra, que se me ocurrió rehacer mis esculturas de metal – pesadas - teniendo como punto de partida ya no el objeto, sino la forma de traslado, es decir, no pensé en alivianar el peso de las obras para que se muevan más facilmente, sino en esculturas cuya identidad este vinculada al hecho de ser trasladadas, a la no pretensión de permanencia. Pues bien, entonces ¿cómo sería esto posible sin necesidad de realizar toda la estrategia propia que implica el traslado de un volumen? Ahí consideré el papel, material que además de ser liviano, permite reconstruir el proceso constructivo que realizo con la chapa. También recordé esos recortables que venían en las revistas infantiles, moldes prearmados que, cuando llegan a destino, son llevados al volumen por la persona que lo recibe. Me pareció que esta posibilidad de interacción permite comprender el volumen más claramente ya que el receptor al tener que armar la obra, puede intervenir en el "proceso completo" de transformación de lo bidimensional en tridimensional. Es por eso que esta muestra es el inicio de algo que va a continuar más allá del espacio de exhibición ya que la idea es que el público que asista, elija una de las esculturas expuestas y anote su dirección para, más adelante, recibir la obra vía postal. 

Más allá de todo esto, creo que en definitiva este proyecto es una especie de tregua para que al igual que cuando la gravedad desaparece, lo pesado se sienta por un instante, liviano.

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